Padre Gerald Dreiling
Para la Asociación Cultural “San Jerónimo” no hay ningún grupo profesional en el Perú que, como los profesores, pueda ser agente de cambio e influir profundamente en la manera de pensar y de actuar de todos sus conciudadanos.
Consideramos sinceramente que no hay ningún grupo profesional - políticos, ingenieros, médicos, comerciantes etc. - que potencialmente tenga las posibilidades y las oportunidades de cambiar al Perú como lo tienen los profesores, todos los profesores, desde quienes trabajan en educación Inicial hasta los que trabajan en las Universidades.
Ser profesor es ser más que un profesional, es ejercer una vocación. El ejercicio de la profesión docente da sentido a la vida de los profesores y contribuye a que la vida de sus alumnos y alumnas tenga sentido. Para muchas personas, tener vida es tener- como sea- no ser. Cierto, es justo y necesario que todos tengamos, pero no simplemente tener por tener, sino tener para ser - ser buen Padre, buena Madre, ser buen negociante, buen obrero, buen hijo, buena hija, ser buen político, ser buen chofer de bus o de taxi, ser buen carpintero, abogado, campesino.... Un buen profesor ayuda a sus alumnos y alumnas a pensar y organizar sus vidas en base de valores.
El libro que tiene usted entre sus manos es fruto del trabajo de cinco profesionales: cuatro profesoras y una especialista en diagramación, todas con gran sentido profesional y convencidas de que con este material contribuirán a que los tutores de Educación Secundaria sean mejores agentes de cambio. Con tal idea formaron un equipo y trabajaron por casi dos años para producir esta obra. Olga Ortega y Maximina Barco son de Comas, Ana María Valencia de Villa El Salvador María Soledad Trujillo de Puente Piedra y María Luz Centeno de Los Olivos. Cada una enseña diferentes áreas curriculares. Este libro ha sido trabajado y evaluado como equipo, apoyándose la una a la otra, luchando con coraje, con valentía, con perseverancia para realizar este proyecto, un proyecto del equipo puesto al servicio de un gran propósito: provocar oportunidades de aprendizaje para desarrollar en nuestros estudiantes capacidades y valores que les permitan enfrentar los desafíos de la vida con confianza, con seguridad, con disciplina, con respeto y, sobre todo, de manera solidaria.
Ha sido un placer trabajar y colaborar con ellas pues estamos convencidos de que en el Magisterio -a pesar de todos los obstáculos- hay muchos profesores, profesoras y auxiliares trabajando con este mismo espíritu y que son -quizás sin darse cuenta- verdaderos agentes de cambio y que lo que presentamos aquí les ayudará a hacer mejor su trabajo de forjadores de hombres y mujeres autónomas, críticas, creativas, libres, solidarias y responsables de sí mismos, de sus semejantes y de su entorno. Estamos seguros que Dios los acompañará en la noble tarea de educar y de ser auténticos agentes de cambio.