El sábado 13 de agosto, los peruanos se unieron para protestar contra la violencia de género. Esta marcha se suscitó debido a las varias denuncias de género, fallos judiciales cuestionables y la impunidad reinante en cuanto a los casos de feminicidios. Esta protesta promete repetirse en los próximos años para sensibilizar a los peruanos sobre la violencia hacia la mujer. Esto es fundamental, en especial en la sociedad peruana, a la que se clasifica muchas veces como machista
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Como es costumbre, no faltó la presencia de algunos políticos para apoyar la marcha. Marco Arana, Verónika Mendoza, Marisa Glave, Luciana león… son algunas de las figuras que se unieron a la protesta.
Keiko Fujimori, por otro lado, no asistió, aduciendo:
“Hemos visto que están tratando de politizar la marcha, es por eso que Keiko Fujimori no va a ir a esa marcha. Un líder político no debe hacer utilización de la marcha”, dijo.
Recuperado del diario La República, 11 de agosto, 2016.
El por qué Keiko Fujimori no asistió a la protesta, es muy evidente. Con los antecedentes de su madre torturada por mandato de su padre y la apasionada defensa de ella y sus hermanos a su padre, Alberto Fujimori, cuando fue arrestado en Chile, su presencia en la marcha hubiera sido de la más desagradable.
Pero, volviendo al objetivo de la marcha, esta no solo se desenvolvió en Lima. En el sur, en Juliaca, se concentraron alrededor de cinco mil personas por la mañana y tuvo la participación de clubes del vaso de leche, comedores populares y diversas organizaciones sociales, así como personal de la Fiscalía, el Poder Judicial, la Policía, estudiantes, etc. En esta localidad ocurrió un intento de feminicidio bastante horrendo. La pareja de la agraviada tuvo la intención de sacarle los ojos. Las mujeres de Cusco tampoco se quedaron calladas y salieron de sus casas a exigir justicia y más jueces probos. Así mismo, un grupo de protestantes llevaban sobre la ropa recortes de cartulina con forma de trompas de Falopio, una forma de protestar ante el fallo que dictamina que las esterilizaciones forzadas no fueron mandadas por el gobierno de Alberto Fujimori.
En el Norte, Trujillo, se sabe que la movilización ocupó 24 cuadras y asistieron, entre las figuras más representativas, el defensor del Pueblo de la región, José Luis Agüero Lovatón y agentes de la Policía Nacional.
Diana Cárdenas, una de las organizadoras del movimiento en dicha ciudad, denunció en Facebook que congresistas fujimoristas se ubicaron a la cabeza de la movilización, pese a prohibírseles que procedieran de dicho modo.
Recuperado del diario La República, publicado el 14 de agosto de 2016.
Asimismo, por lo menos 1500 pobladores de Talara, en Piura, recorrieron la vía pública de su localidad en rechazo a cualquier forma de violencia contra la mujer. En esta localidad la consejera regional, Grecia Arriola, y la responsable del Centro de Mujer, Maribel Quispe, indicaron que la lucha contra la violencia hacia la mujer debe ser todos los días y exhortaron a las víctimas de todo tipo de violencia a denunciar los hechos con la finalidad de que castigue con todo el peso de la ley a los responsables.
En Chimbote, varias autoridades, instituciones, clubes de madre y familias se concentraron en la plaza 28 de Julio para marchar hasta la Plaza de Armas, lugar donde se realizó un mitin.
Violencia e impunidad
Lady Guillén, ex bailarina, fue golpeada brutalmente por su entonces pareja, Ronny García, ella denunció el hecho, pero al terminó del juicio se sentenció al culpable con solo cuatro años de prisión suspendida.
“Yo elegí entre vivir o morir”, cuenta Lady. Lo que vino después fue igual de duro. Mientras las heridas en su rostro sanaban, el daño sicológico parecía irreparable. “Mi autoestima estaba por los suelos, sentía que merecía lo que me había pasado. Tuve que pasar por un largo tratamiento sicológico. Tomé antidepresivos hasta hace unos meses”.
Recuperado del diario el Comercio, publicado el 19 de julio del 2016
Por otro lado, Cindy Contreras, quien fuera agredida en un hotel de Ayacucho, y con la irrefutable prueba de una cámara de video grabando todo el ataque, también denunció a su agresor, pero el fallo judicial condenó a solo a un año de prisión suspendida al perpetrador.
"Tengo miedo, mucho miedo, qué seguridad puedo tener ahora; esto es muy injusto. No sé cómo va a ser mi vida de hoy en adelante, puedo esperar cualquier cosa de una persona que ha intentado matarme".
Recuperado del diario La República, publicado el 16 de julio de 2016
El Perú ocupa el segundo lugar de países en Latinoamérica con mayores incidencias de feminicidios según CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe). Protestar por los derechos más básicos es de vital importancia para cada nación, y en especial en una nación con dicha epidemia. Las mujeres han sido objeto de mucha violencia y amordazamiento hasta el siglo pasado, pero es tarea de todos exigir justicia para todos y todas. Recordemos que todos pisamos este mundo gracias a una fémina, luchemos ahora que tenemos la oportunidad para hacerlo.