Por Carlos Mesters y Francisco Orofino
2ª PARTE:
1. Una nueva manera de ver la revelación de Dios y de la Biblia
Los grandes cambios producidos en la humanidad a partir de los siglos XIX y XX llevaron a los cristianos de varias iglesias a mirar la realidad y la Biblia con una mirada diferente. Por ejemplo, en Alemania, la experiencia de R. Bultmann en las trincheras como capellán militar, durante la primera guerra mundial, 1914 a 1918, lo llevó a un nuevo abordaje de la Biblia que influenció la exégesis bíblica del siglo XX en prácticamente todas las iglesias.
En Bélgica, la crisis de entreguerras y la convivencia con los obreros llevaron al sacerdote J. Cardijn a crear el método Ver-Juzgar-Actuar, que influenció a varios sectores de la Acción Católica y produjo una nueva manera de considerar y experimentar la acción reveladora de Dios en la historia. Antes de buscar saber lo que Dios dijo en el pasado, se busca Ver la situación del pueblo en la actualidad, sus problemas. En seguida, con la ayuda de textos de la Biblia y de la tradición de las iglesias, se busca Juzgar esta situación. Esto hace que, de a poco, la palabra de Dios ya no venga sólo de la Biblia, sino también y sobre todo de los propios hechos iluminados por la Biblia y por la tradición. Y son ellos, los hechos, los que se convierten así en los transmisores de la Palabra y del llamado de Dios y que llevan a Actuar de una manera nueva. Este método Ver-Juzgar-Actuar tuvo una influencia muy grande en los movimientos de renovación de la iglesia católica en el Brasil de los años 50 y 60, particularmente en varios sectores de la Acción Católica, JOC, JEC, JUC y JAC. Fue provocando un cambio en la manera de buscar conocer la voluntad de Dios, y ello abrió a una actitud más ecuménica y menos confesional.
En Estados Unidos, el involucramiento político de N.K. Gottwald en la lucha contra la guerra en Vietnam tuvo una influencia profunda en su manera de releer e interpretar el origen y la formación del Pueblo de Dios. Sus escritos, sobre todo el libro The Tribes of Jahweh (Las Tribus de Yahvé), tuvieron mucha influencia en los estudiosos de la Biblia en Brasil, principalmente en la manera de abordar e interpretar el Éxodo.
En América Latina, en los años 60 y 70, el compromiso político de muchos cristianos repercutió y continúa repercutiendo profundamente en la manera de leer y de interpretar la Biblia. La inhumanidad de las dictaduras militares, algunas realizadas con el apoyo velado de autoridades eclesiásticas o en nombre de la así llamada tradición cristiana, provocó y despertó a las personas más conscientes hacia una nueva lectura de la Biblia en defensa de la vida: una lectura más liberadora y más ecuménica, impidiendo que la Palabra de Dios fuese manipulada para legitimar la opresión y la explotación del pueblo.
2. La renovación de las Iglesias conduce hacia un interés renovado en la Biblia
A partir del terremoto de las dos guerras mundiales, 1914 a 1918 y 1939 a 1945, la mayoría de las iglesias entró en un proceso de conversión y de cambio. Las circunstancias nuevas en que se encontraba la humanidad dejaron en claro que era necesaria una relectura de las cosas de la fe en vistas de la nueva experiencia de Dios y de la vida que estaba surgiendo. Este cambio o conversión fue ocurriendo de manera diferente en las distintas iglesias y en los diferentes países.
En la iglesia católica de Brasil, por ejemplo, el Documento Dei Verbum del Concilio Vaticano II y su relectura para América Latina a través de las Asambleas Episcopales de Medellín y Puebla consagraron esa nueva manera de ver la acción reveladora de Dios de la que hablamos anteriormente. A saber, Dios continúa hablando hoy, dirigiéndonos su Palabra a través de los hechos y de las personas, y nosotros conseguimos descubrir este hablar divino con la ayuda de la Palabra escrita de Dios en la Biblia.
A partir del Concilio Vaticano II, fue creciendo el interés del pueblo católico por la Biblia y, a través de varios canales, la Biblia fue llegando cada vez más a las manos del pueblo. Entre muchos otros, conviene destacar los siguientes canales: (1) La renovación litúrgica. La liturgia renovada, a través del uso de la Biblia en la lengua vernácula, trajo un mayor acercamiento de la Biblia al pueblo. (2) El trabajo pionero del biblista fray João José Pedreira de Castro, OFM. En aquellos años 50, él captó las Señales de los Tiempos y sintió la necesidad de provocar un mayor acercamiento entre la Biblia y el pueblo. Para esto, tradujo la Biblia de Maredsous al portugués, hoy con más de 150 ediciones sucesivas, conocida como Biblia del Ave María. (3) El trabajo de la LEB, Liga de Estudios Bíblicos. Sus miembros realizaron una traducción de la Biblia directamente de los textos originales, que en la actualidad está publicada por la Editora Loyola. Los miembros de la LEB tienen, además, el mérito de haber incentivado la realización de semanas bíblicas por todos lados. (4) La entrada de las iglesias evangélicas de misión en Brasil en la primera mitad del siglo XX, venidas sobre todo de Estados Unidos, las cuales divulgaron e intensificaron la lectura de la Biblia. Su acción evangelizadora contribuyó para que, en la iglesia católica, mucha gente despertase a la importancia que tiene la Palabra de Dios. Inicialmente, era un despertar reaccionario de defensa contra lo que algunos llamaban la "amenaza protestante". Poco a poco, sin embargo, terminó siendo vista como una de las mayores gracias de Dios.
3. La situación del pueblo, el golpe militar y el surgimiento de los círculos bíblicos
La situación del pueblo era (y continúa siendo) de abandono, de opresión y de explotación. Por eso, había todo un trabajo político de concientización para poder provocar un cambio. Miembros de varios sectores de la Acción Católica participaban activamente en este trabajo de concientización. Llegaron a formar un grupo, Acción Popular, que tuvo una actuación política muy importante. Sin embargo, el golpe militar de 1964 mostró, indirectamente, que el trabajo de concientización política con el pueblo no había sido aquello que la vanguardia de la oposición política imaginaba y esperaba. No hubo la reacción esperada de levantamiento popular contra los militares. Todo lo contrario. Se vio la necesidad de realizar un trabajo mucho más capilar y más paciente junto al pueblo, respetando mejor su religión, su cultura y su caminar.
Así, a partir de la mitad de los años 60, comenzó un trabajo renovado de base en medio de los pobres y surgieron las Comunidades Eclesiales de Base. De hecho, en aquella situación de persecución y de control ideológico, las iglesias surgieron como un posible espacio de articulación de la oposición, donde todavía se podía trabajar con cierta libertad. Por eso mismo, sufrieron y fueron víctimas de la represión política. Basta recordar los nombres de Don Helder Cámara, Don Pedro Casaldáliga, padre Henrique, Santo Dias, Margarida Alves y tantos otros líderes, religiosos y laicos, perseguidos, presos, torturados y asesinados.
A partir de esta necesidad de un trabajo pastoral más respetuoso y más capilar, fueron surgiendo en todos lados los así llamados Círculos Bíblicos. El método usado en los Círculos Bíblicos, naturalmente, tenía en cuenta, por un lado, la experiencia adquirida en los grupos de Acción Católica con su método Ver-Juzgar-Actuar y las enseñanzas de Paulo Freire sobre la pedagogía del oprimido y, por el otro, la tradición de los propios evangelios. O sea, la manera de leer la Biblia en las Comunidades Eclesiales de Base imitaba de cerca el método sugerido por el Evangelio de Lucas en la descripción de la caminata de los discípulos de Emaús, donde el propio Jesús aparece interpretando la Escritura para sus amigos (Lc 24,13-35). El proceso de interpretación seguido por Jesús tiene los mismos tres pasos que caracterizan también el método adoptado por los pobres en los Círculos Bíblicos de las Comunidades Eclesiales de Base.