Según una encuesta aplicada por el Ministerio de Educación, el 37% de docentes requiere de un segundo empleo para poder sobrevivir. Adicionalmente, la encuesta revela que el 90% de los docentes tienen deudas por encima del 30% de su sueldo. Esta realidad del docente peruano no es una novedad, se sabe muy bien que los sueldos no son los más adecuados para dicha ilustre profesión. Según la última edición de la Semana de la Educación, se indica que los educadores tienen sueldos solo mayores a los de los obreros y agricultores.
Este raquítico sueldo que se les da, entonces, impacta directamente en la vida profesional del profesor y en sus otros ámbitos de vida. Un profesor que tiene que sobrevivir con dos empleos, requiere de más horas para realizar sus sesiones de clase, así mismo, se produce un cansancio de manera que al llegar al trabajo no tendrá la misma potencia que daría si tan solo tuviera uno. A esto tenemos que sumarle la poca valoración por parte de la sociedad y del propio Ministerio de Educación y de economía a la profesión de la docencia. Un sueldo digno para los profesores estatales revaloraría la profesión pero este aun no llega y, por otro lado, en el peor de los casos los profesores contratados por instituciones privadas ganan como un mínimo de 6 soles por hora pedagógica.
Con un sueldo que no alcanza para el sostenimiento familiar, los profesores no pueden capacitarse. Primero, porque el tiempo les es menos flexible, pues tienen un empleo más que cumplir y, segundo, porque el dinero no les alcanza. Tuve la oportunidad de asistir a una actualización docente sobre “las rutas de aprendizaje” y muchos de los profesores, asistían a estas clases particulares y pagadas de sus bolsillos pues los profesores que había mandado el estado, cito literalmente: “no les enseñaban bien”. Así que para poder instruirse apropiadamente tuvieron que sacar dinero de sus bolsillos.
Nuevas Reformas
Ante este cúmulo de situaciones negativas, el titular de la Dirección de Desarrollo Docente del Minedu, Jorge Arrunátegui, indicó que el sector Educación tiene planeado una serie de acciones que tendrán como fin la revalorización de la profesión de la docencia.
La profesión de la docencia. Una de las estrategias que se propone es atraer a los jóvenes con vocación y talentosos, haciendo de la docencia una opción profesional atractiva. Así mismo, en el caso de los docentes que ya están en la gestión pública se les garantizará una formación de calidad, evaluaciones continuas al mérito y la retención y reconocimiento de los mejores actores educativos.
Bono. Se dará un bono de 1,000 a 3,000 nuevos soles a las instituciones educativas que logren exitosamente aprendizajes en sus estudiantes; tengan buenas prácticas docentes, acompañamiento pedagógico, y en ese mismo marco se divulgará, a través de los medios de comunicación, estas exitosas experiencias para una revalorización de la carrera del maestro.
Mejorar el estándar de calidad. Se mejorará la calidad de los institutos pedagógicos, concursos de directores de las UGEL y se hará un mapeo de la oferta y de la demanda de la formación inicial. Iniciar una carrera meritocrática es crucial, dijo Jorge Arrunátegui.
Desde siempre la educación ha jugado un papel importante en la vida humana y continuará así mientras exista la humanidad. Pero no se le puede dar su correcto lugar si es que no se empieza por valorar a uno de los actores más importantes en un aula de clases: el profesor. La tarea por revalorar la carrera de la docencia podría darse de varias formas y desde diferentes actores, pero el sueldo justo es uno de los primeros pasos que deben darse antes de iniciar el proceso de reconciliación y revalorización.