Ricardo Soberón, director del Centro de Investigación Drogas y Derechos Humanos, advirtió que al menos seis curules serán ocupados por candidatos con intereses favorables hacia el narcotráfico si es que no se pone en marcha la reforma electoral. Añade también que esta estrategia se concretará con candidatos que tengan vínculos fuertes con el narcotráfico.
El porqué de este actuar es simple. Buscan a través del poder político mantener intacto el circuito del tráfico de drogas y permitirse continuar su negocio ilegal de venta de estupefacientes. Así mismo, una vez adheridos en la política es mucho más fácil mover los hilos del poder en beneficio y hacer contacto con los otros poderes del estado.
En una entrevista con La República, Soberón, relata: “Por la dinámica que está tomando el narcotráfico en el Perú, por la debilidad de nuestras instituciones y por lo que está en juego en los próximos cinco años respecto a narcotráfico y política, este proceso electoral va a estar teñido de disputas por el poder en la que los grupos alrededor del narcotráfico pugnarán económica y políticamente por escenarios en donde haya votación y consulta, entre ellos el Congreso de la República”. Añade también que: “por lo menos van a conformar una bancada de seis parlamentarios con intereses comunes y que van a estar financiados por intereses oscuros”.
Entre los intereses una vez llegado a la política se encontraría:
Garantizar la producción de pasta básica
Transito fluido de droga hasta su exportación
Disminuir el control de insumos químicos y el derribo de aeronaves sospechosas
Disminuir la inspección aduanera y financiera
La infiltración de dichos narco-candidatos ocurrirá en el congreso pero también en otras asociaciones en las que haya votación y consulta popular, en especial en aquellas que puedan garantizar la producción, exportación y venta de drogas. Soberón indica donde podrían infiltrarse: “Le puedo hablar de los sindicatos de estibadores, los sindicatos de construcción civil, colegios profesionales, hasta federaciones campesinas, de pescadores, de mineros. Todo tejido social sujeto a elección y votación”. Y agrega: “no solamente serán los del Estado los que están sujetos a un riesgo de infiltración son toda organización social el sindicato de estibadores para permitir el uso de contenedores con droga, el sindicato de pescadores para permitir el uso de embarcaciones pesqueras para llevar cocaína a altamar y así sucesivamente”.
Soberón indica que la reforma electoral es un paso obligado a tomar para evitar la infiltración de personajes con intereses ocultos en el Congreso y en otras instituciones estatales. Además, el especialista indica que una alternativa a la reforma es que los partidos políticos asuman un acuerdo político, el cual permita investigar abierta y públicamente a sus candidatos y que el Ministerio de Economía y Finanzas otorgue la partida para financiamiento público de por lo menos el sistema contable de los partidos nacionales.
La tarea de elegir también recae sobre nosotros, electores. Existen partidos políticos, candidatos y expresidentes con serias denuncias e indicios de malos manejos o acciones que solo benefician a su persona o terceros. Como electores conscientes debemos estar al tanto de lo que los medios imparciales nos informan y así mismo evaluar si son realmente personas con vocación para el país o solo desean saciar sus ambiciones personales.