Histórico discurso. En uno de los mensajes más enérgicos contra el modelo económico que calificó “de exclusión e inequidad”, Francisco demandó a los más “humildes, explotados y excluidos a no ‘achicarse’ y buscar alternativas a la globalización excluyente poniendo la economía al servicio de todos los pueblos”.
En un discurso que será recordado por mucho tiempo como uno de los más críticos y de mayor análisis, el papa Francisco demandó cambiar el modelo económico mundial que solo sigue una lógica de ganancias y excluye a muchos, además de que destruye a la naturaleza. "Queremos un cambio, un cambio real, un cambio de estructuras", pidió el pontífice en un mensaje sin precedentes.
"Este sistema ya no se aguanta, no lo aguantan los campesinos, no lo aguantan los trabajadores, no lo aguantan las comunidades, no lo aguantan los pueblos. Y tampoco lo aguanta la Tierra, la hermana Madre Tierra como decía San Francisco", sentenció el máximo representante de la Iglesia Católica en el II Encuentro Mundial de Movimientos Populares en Santa Cruz, Bolivia.
El Papa criticó que cuando el dinero se convierte en ídolo y "dirige las opciones de los seres humanos, cuando la avidez por el dinero tutela todo el sistema socioeconómico, arruina la sociedad, condena al hombre, lo convierte en esclavo". Y aclaró que su discurso era sobre "los problemas comunes de todos los latinoamericanos y, en general, de toda la humanidad".
"QUEREMOS UN CAMBIO"
"¿Reconocemos que las cosas no andan bien en un mundo donde hay tantos campesinos sin tierra, tantas familias sin techo, tantos trabajadores sin derechos, tantas personas heridas en su dignidad?", se interrogó el Papa en Santa Cruz de la Sierra, donde se reunió con representantes y delegados de los movimientos populares y de base, entre ellos gente de barriadas pobres y campesinos sin tierra, quienes lo aplaudieron vivamente.
"¿Reconocemos que las cosas no andan bien cuando estallan tantas guerras sin sentido y la violencia fratricida se adueña hasta de nuestros barrios? ¿Reconocemos que las cosas no andan bien cuando el suelo, el agua, el aire y todos los seres de la creación están bajo permanente amenaza? Entonces, digámoslo sin miedo: necesitamos y queremos un cambio", clamó el Papa Francisco, en uno de sus discursos más fuertes pronunciados durante su visita a tres países de América Latina.
"Ustedes son verdaderos poetas sociales", dijo el religioso dirigiéndose a los movimientos populares, que suelen ser "descartados por los mercados".
Francisco exhortó a cada "cartonero, catadora, pepenador, recicladora", a todos los movimientos populares, a movilizarse porque "pueden hacer mucho" para cambiar el mundo.
"Ustedes, los más humildes, los explotados, los pobres y excluidos, pueden y hacen mucho. Me atrevo a decirles que el futuro de la humanidad está, en gran medida, en sus manos". "¡No se achiquen!", les animó y les invitó "a construir una alternativa humana a la globalización excluyente".
Aunque dijo no tener recetas, Francisco hizo recomendaciones para ese cambio: el primero fue el de "poner la economía al servicio de los pueblos" y oponerse a "una economía de exclusión e inequidad".
También abogó por "devolverles a los pobres y a los pueblos lo que les pertenece" y consideró que "la propiedad, muy en especial cuando afecta los recursos naturales, debe estar siempre en función de las necesidades de los pueblos".
Lamentó que esto dé vida a "nuevas formas de colonialismo que afectan seriamente las posibilidades de paz y de justicia". A los movimientos les pidió unión, citando el sueño de la llamada "Patria Grande", para que "la región crezca en paz y justicia".
Advirtió del peligro del "nuevo colonialismo" que llega de la mano de "algunos tratados denominados de libres comercio y la imposición de medidas de austeridad que siempre ajustan el cinturón de los trabajadores y de los pobres".
En otras ocasiones, agregó, "bajo el noble ropaje de la lucha contra la corrupción, el narcotráfico o el terrorismo (...)" para la que se imponen medidas que "poco tienen que ver con la resolución de esas problemáticas y muchas veces empeora las cosas".
Francisco repartió sus críticas en todos los sectores también al hablar de "la concentración monopólica de los medios de comunicación social.
Y siguió lamentando: "El colonialismo, nuevo y viejo, que reduce a los países pobres a meros proveedores de materia prima y trabajo barato". "Digamos no a las viejas y nuevas formas de colonialismo. Digamos SÍ al encuentro entre pueblos y culturas. Felices los que trabajan por la paz", aseveró.
MISA EN LA MAÑANA
Antes de su cita con los Movimientos Populares, con el sol en Santa Cruz de la Sierra sobre las cabezas de más de los fieles que se agolparon en la plaza del Cristo Redentor, el papa Francisco celebró la única misa que realizará en Bolivia.
"Jesús nos sigue diciendo en esta plaza: 'Sí, basta de descartes'", clamó el papa argentino tras criticar la "lógica que busca transformar todo en objeto de cambio, de consumo, todo negociable".
Francisco condenó también la lógica que excluye "a todos aquellos que no producen" y no ofrecen resultados, solo porque "no nos dan los números, no nos cierran las cuentas".
"No es necesario que nadie se vaya. Basta de descartes, denles ustedes de comer", agregó el papa, que inauguró el V Congreso Eucarístico Nacional y pidió una vez más: "no se olviden de rezar por mí".
PIDE PERDÓN POR LOS ABUSOS DE LA IGLESIA
1. No existe olvido para la iglesia
El papa Francisco pidió ayer "humildemente perdón" no solo por "las ofensas de la propia Iglesia, sino por los crímenes contra los pueblos originarios durante la llamada conquista del continente americano", durante su paso por Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia.
"Alguno podrá decir, con derecho, que cuando el papa habla del colonialismo se olvida de ciertas acciones de la Iglesia. Afirmo con pesar que se han cometido muchos y graves pecados contra los pueblos originarios de América en nombre de Dios", recordó.
2. Recuerda a Juan Pablo II
El sumo pontífice, en ese mismo discurso, aclaró que estos abusos ya lo reconocieron tanto sus antecesores como la Conferencia Episcopal de América Latina y citó las palabras de Juan Pablo II, quien "pidió que la Iglesia se postre ante Dios e implore perdón por los pecados pasados y presentes de sus hijos".
"Quiero ser muy claro, como lo fue san Juan Pablo II: pido humildemente perdón, no sólo por las ofensas de la propia Iglesia sino por los crímenes contra los pueblos originarios durante la llamada conquista de América", exclamó.
3. También hubo buenas opciones
Por otra parte, "para ser justos", agregó, también pidió que que se acuerden de los obispos, sacerdotes y laicos "que se ofrecieron a la lógica de la espada con la lógica de la cruz".
"Hubo pecados y abundantes, por eso pido perdón, pero donde hubo pecado sobreabundó la gracia". Añadió que estos religiosos "predicaron y predican la buena noticia de Jesús con coraje y mansedumbre, respeto y en paz".
"A su paso por esta vida dejaron conmovedoras obras de promoción humana y de amor muchas veces junto a los pueblos indígenas o acompañando a los propios movimientos populares incluso hasta el martirio". No es la primera vez, como dijo Francisco, que un papa pide perdón por el periodo colonial, pero las declaraciones del papa argentino fueron hoy contundentes. En 1992, Juan Pablo II pidió perdón a las poblaciones americanas por la injusticias cometidas contra sus antepasados.
4. El nuevo colonialismo
Francisco también enumeró las nuevas formas de colonialismo vinculadas a “pautas alienantes de consumo, un nuevo colonialismo ideológico que viene de la mano de los medios de comunicación masivos”. Sostuvo, además, que el futuro de la humanidad “no está en manos de las grandes dirigencias, potencias y élites sino en manos de los pueblos y en su capacidad de organizarse”.
“El colonialismo nuevo y viejo engendra pobreza, miseria y migraciones forzadas, pone la periferia en función del centro y se niega el derecho a un desarrollo integral”.
Los movimientos sociales entregaron un documento al Papa Francisco, en el que destacan la defensa del trabajo como derecho humano, el rechazo a la precarización y la tercerización laboral, la defensa de los migrantes y los refugiados, el impulso de una economía social y popular, entre otros puntos.
Fuente: http://larepublica.pe/impresa/mundo/14304-el-llamado-del-papa-digamoslo-sin-miedo-queremos-un-cambio