¿Brindamos una educación integral?
Algunas de nuestras escuelas proclaman la enseñanza de una educación integral como parte de su oferta educativa. El nombre suena bonito pero, ¿Qué significa? ¿Es desarrollar, equilibrada y armónicamente las diversas dimensiones del sujeto que lo lleven a formarse en lo intelectual, lo humano, lo social y lo profesional?
Yo vivo en Comas así que me remitiré a decir cuánto veo en mi distrito. Muchas IIEE dicen brindar una educación integral pero habría que preguntar si realmente lo hacen. Una educación integral debería permitir que el alumno pueda desarrollarse tanto en el aspecto de los números como el de las letras, el arte y el ejercicio corporal, la música y el deporte, aprender a desarrollarse en sociedad y ser capaz de reconocerse como un individuo, ser asertivo y emprendedor, ser participe político y social… etc. Un trabajo bastante duro ¿verdad? ¿Se logra esto en nuestras IIEE?
Recientemente hay un énfasis en el desarrollo de capacidades de comprensión lectora y de solución de problemas matemáticos. ¿Y el arte? ¿Y la educación corporal? Una frase que escuchaba hace años era: “El cuerpo no solo sirve para llevar la cabeza”. El cuerpo debe ser educado. ¿Y si en nuestro salón tenemos a una talentosa bailarina de ballet? ¿El colegio promueve su talento? Al menos por aquí eso sería difícil de encontrar. La educación física solo se limita a algunos ejercicios y deportes. No hay intención de promover ciertos talentos que socialmente no son populares. Así mismo, el arte es dejado de lado. Quizá no enteramente pues existen algunas oportunidades como el periódico mural, la danza, la creación de poemas, recitales…etc., pero el arte no solo se limita a estos aspectos. ¿Cuántos de nuestros niños aprenden y escuchan de Mozart? ¿Cuántas veces les hemos suministrado una película de profundidad y discutido con ellos? ¿Saben reconocer qué es arte y qué no lo es? ¿Cuántas veces han ido a visitar un museo o alguna galería de arte?
Finalmente, reconozcamos nuestra sociedad y sus dolencias pues los ciudadanos hemos en alguna vez sido instruidos. ¿Somos una sociedad limpia? ¿Pagamos nuestros impuestos a tiempo? ¿Nos comportamos como personas preocupadas por la política de nuestro país o distrito? ¿Somos activistas? ¿Valoramos el arte y lo reconocemos? ¿Vamos a los museos o galerías?
Existe la educación de calidad pero te va a costar
Hace unos años tuve la oportunidad de asistir con mi padre a una escuela A1 por una asesoría educativa. Lo extenso de la propiedad fácilmente hacia una cuadra o dos, cada parte de ella estaba muy limpia y mientras entrabamos había incluso un pequeño garaje. Nunca había visto un tipo de escuelas así. Era inmenso. Tenía una piscina por donde algunos estudiantes nadaban, un circuito de carreras por donde los chicos rebotaban sobre una gran pelota para llegar a la meta, el auditorio estaba lleno de niños haciendo oratoria y en el patio un grupo de estudiantes practicaban vóley y futbol. Es decir, se enseñaba a los estudiantes tanto el arte como el cuidado y la salud del cuerpo. Las aulas tenían un cañón proyector por si el docente deseaba usar diapositivas o imágenes y solo había pizarras acrílicas. Así mismo, las clases y cursos eran diferentes. Mientras que en nuestros colegios se obliga a los estudiantes a un catálogo de cursos, en este, nos explicaba la directora, que los estudiantes tenían la oportunidad de elegir entre cinco cursos de matemáticas y otros cinco de lenguaje. Además tenían que elegir entre una actividad como oratoria, ballet, futbol, natación… etc., y finalmente elegir un idioma extranjero. Entre los cuales estaban inglés, alemán, italiano, francés. Al finalizar toda la secundaria se esperaba que el estudiante haya aprobado todas sus materias, dominado dos idiomas y que haya viajado, al menos, dos veces fuera del país.
Esta tipo de educación tiene un costo más elevado. Posiblemente un padre de Comas no podría pagarlo. Y lo cierto es que posiblemente este tipo de escuela sea más cercano al concepto de educación integral que muchos desean. Un dato importante que había escuchado cuando asistí a una de las charlas de foro educativo fue que estos profesores, de las escuelas A1, son evaluados cada seis meses. La escuela ordena que sus docentes lean uno o dos libros de su preferencia antes de cada evaluación, se capaciten, estén involucrados con charlas, reuniones o funciones artísticas. Y esto, aunque no lo crea, es evaluado. Es decir no solo hay una preocupación por el estudiante sino por el personal.
Ciertamente uno podría decir que no hay competencia con ese tipo de educación, sin embargo, hay cuestiones que debemos recalcar. La innovación no necesariamente viene del dinero. El que estas escuelas puedan hacer sus cursos opcionales es una idea novedosa. ¿A cuántos de nosotros profesores se nos ha ocurrido alguna idea novedosa? En mi sincera opinión y viendo los profesores de Comas yo diría que miles. He sido testigo de cómo profesores para implementar sus aulas y colegios han hecho rifas, espectáculos, noche de cines… etc. Imaginación no nos falta. Es más, esa carencia tan propia del sector educativo nos impulsa a crear nuevos modos de llegar a nuestro objetivo.
Finalmente, quisiera terminar afirmando que todos merecemos una educación que brinde las mismas oportunidades para todos. Quizá esta sociedad no sea la más coherente con la oración antes expuesta pero sí existen en otros países, colegios donde el hijo del rico y del pobre comparten el mismo salón. La educación privada no existe en estos lugares, pues es igual para todos. Si deseamos construir una sociedad más democrática, se requiere de algo parecido, una educación igualitaria. El Ministerio debería promoverlo y brindar los mecanismos y el presupuesto para realizarlo. ¿Quién lo hará? Creo que la responsabilidad también recae sobre nuestras autoridades. Los directores, por ejemplo, y por último el profesor como agente de cambio e innovador.