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Luces y sombras en política educativa


Cuando se inició el actual gobierno, la entonces ministra de Educación Patricia Salas propuso una recuperación del Proyecto Educativo Nacional (PEN), para implementar su ejecución, dando prioridad a las políticas sobre el aprendizaje (recordemos el lema “que nadie se quede atrás”), la normatividad acerca del personal docente, unificando la legislación del profesorado - pues existían dos normas - y la gestión en los centros educativos, proponiendo que la misma sea descentralizada, participativa e intersectorial.

Al entrar Jaime Saavedra como nuevo ministro, a inicios de 2014, añade una cuarta prioridad a las tres anteriores: la infraestructura. Esto fue y es un asunto de urgente atención, debido al estado calamitoso de muchos locales escolares, que representan un peligro inminente para los niños y profesores, sobre todo en el medio rural. Pues bien, para atender los problemas de infraestructura, el Poder Ejecutivo puso en marcha las asociaciones público-privadas (APP), que en la práctica significa entregar a la iniciativa privada el control de la escuela pública. Construir trece COAR (colegios de alto rendimiento)1 en diversos lugares del país, por medio de las APP, es una confirmación de lo que se afirma en estas líneas.

Rendimiento vs. aprendizaje

Además, el hecho de privilegiar el “alto rendimiento” en menoscabo del logro de aprendizajes variados y de calidad para todos los niños y adolescentes, se evidencia en el nuevo lema que difunde la actual administración del Minedu: “Rumbo a la nota más alta”, cuando promueve la formación de una élite a expensas de discriminar a los adolescentes de acuerdo al hecho de ingresar o no a algún COAR.

Otro hecho que preocupa es el de la galopante privatización de las instituciones educativas. El año 2011 la matrícula en los centros particulares eran un 26% del total y ahora, en 2015, ya representa casi el 30% (29,81%) a nivel nacional y en Lima están casi en 50%, según estadísticas oficiales; ¿por qué? ¿qué manera extraña de entender la inclusión social es esta?

Es más. Hay algunas instituciones educativas privadas que funcionan a modo de cadenas de restaurantes, lavanderías o lo que sea, con franquicia incluída; los pintan de un color uniforme, pagan miserias al personal docente y dicen ofrecer “calidad educativa”. Si el Minedu no hace nada al respecto, significa que tolera esta situación irregular e injusta.

Se ha difundido mucho el programa Beca 18, que ha beneficiado a varios miles de jóvenes (45,000 según anunció el Presidente Ollanta Humala en su discurso del 28 de julio), aunque sean millones aquellos que no tienen acceso al mismo. La Educación Básica Regular a la que acuden 8 millones y medio de niños y adolescentes son prioridad; eso está bien, pero no debería descuidarse a casi diez millones de jóvenes y adultos que son marginados del sistema educativo, pues solo son atendidos en un 2,03% por la Educación Básica Alternativa. Ni qué decir del millón cuatrocientos mil iletrados que todavía existen.2

Magisterio y desarrollo curricular

En relación al profesorado, debemos tomar en cuenta que el año 2000 un 6,6% del personal eran docentes contratados. El año 2011 Ollanta Humala recibió un 18,4% de profesores en situación de contrato, pero a julio de 2015 ya tenemos casi 30% de contratados (29,8%). Al mismo tiempo se anuncia oficialmente que se van a nombrar 20,000 profesores previo concurso, cuando se debería de nombrar a 104,021 contratados.

En materia de desarrollo curricular se ha estado “tejiendo” y “destejiendo”, como si fueran imitadores de Penélope. Se han producido hasta tres versiones de un nuevo marco curricular, sin que se concrete ninguno a excepción de ciertos elementos o aspectos que son novedosos e interesantes, frente al oscurantismo y rutina, todavía predominantes en amplios sectores del personal directivo de las UGEL y docentes de los centros educativos.

Debemos reconocer lo novedoso e importante de las “rutas de aprendizaje”, en la medida que hacen reconocerse a los docentes como orientadores o guías para el aprendizaje de los estudiantes. Ahora el docente es fundamentalmente un profesional que guía el aprendizaje y no un profesional de la “enseñanza”. En otras palabras: necesitamos reconceptualizar la enseñanza dando mayor protagonismo al estudiante dentro de una comunidad de aprendizaje. Esto no es algo nuevo, ya existía esta propuesta desde inicios del siglo XX con el gran movimiento internacional de la Escuela Nueva, Activa o Progresiva.

Las rutas de aprendizaje constituyen una propuesta de actividades para que los profesores hagan aprender a los educandos. Lo central de la nueva enseñanza es idear o producir situaciones de aprendizaje, no dedicarse a transmitir datos o información.

También destacamos la importancia de utilizar los mapas de progreso dentro de los procesos de evaluación, sobre todo porque nos va a permitir una visión del desarrollo educativo de los estudiantes de una manera integrada, articulada y coherente, como un continuum (trayectoria)3, al margen de los niveles y modalidades del sistema educativo, desde que son muy niños hasta que llegan a la adolescencia y finalizan la Educación Básica. La existencia de los niveles del sistema educativo y las especialidades docentes ha sido más perjudicial que beneficiosa, pues ha contribuído a desintegrar o fraccionar el trabajo educativo, restándole coherencia y fortaleza.

Está muy bien propiciar la visión de una trayectoria para cada estudiante, que esté debidamente articulada a lo largo de la Educación Básica, pero ¿cómo se hará para superar definitivamente esa visión sectaria que existe – desde los mismos docentes – cuando separan la educación inicial, la educación primaria y la educación secundaria, como si fueran mundos completamente distintos? Algo similar sucede al interior de la secundaria, con sus propios submundos especializados (especialidades), que le restan integridad y sentido pedagógico coherente.

Evaluar con mapas de progreso, aunque reconocemos su importancia, resulta un tanto abstracto, no obstante su explícita intencionalidad. Es posible que no sea comprendido cabalmente por algún sector de los docentes, especialmente el menos preparado y aquellos que trabajan en zonas rurales o apartadas en general. Pero también para quienes laboran en zonas urbanas, pues podría haber cierta confusión cuando se relaciona con el concepto de mapas cognitivos en general: mapas conceptuales, mapas mentales y mapas semánticos.

El problema del desarrollo curricular se agrava cuando desde el Minedu se dispuso aplicar el presente año el mismo DCN de 2009, pero con algunas precisiones o indicadores, dejando de lado el nuevo Marco Curricular en su tercera versión. Y todo se complica más cuando el magisterio no encuentra los incentivos necesarios para ejercer su profesión, ya que el señor Ministro del Sector, muy animado para declarar lo importante de la meritocracia, dice recientemente4 que no va aumentarse el piso salarial para los docentes. Está bien el concepto de meritocracia para establecer aumentos, pero también debe haber un incremento del piso salarial.

1. Mensaje a la Nación del Presidente Ollanta Humala Tasso: 28 de julio de 2015. 2. CHIROQUE, Sigfredo: ¿Reforma educativa en marcha? Lima. Revista Ideele, nº 253. http://revistaideele.com/ideele/content/%C2%BFreforma-educativa-en-marcha Consultado: 13.09.2015 3. DELGADO, Kenneth: Evaluar con mapas de progreso. En: Revista Palabra de Maestro nº61-enero 2014. Derrama Magisterial, Lima. 4. Ministro Saavedra: Ahora no planeamos aumentar el piso salarial. Entrevista en Diario El Comercio. Lima, 8 de setiembre de 2015.


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