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Reflexión Navideña


Primero que todo me gustaría comenzar este artículo deseándoles de parte de la Asociación Cultural San Jerónimo unas felices Navidades y próspero Año nuevo. El nacimiento del niño Jesús, para nosotros los creyentes, es una fecha muy importante pues es cuando el hijo de Dios, Jesús, entra al mundo para salvarnos de nuestros pecados, traernos las Buenas Nuevas y recordarnos que tenemos un Padre que nos cuida y escucha.

Un poco de historia. Hace mucho tiempo, María, una judía comprometida con un carpintero, en un inesperado día recibe la visita del arcángel Gabriel. Asombrada ante este primer milagro, quizá no estaría preparada para el segundo. “Vas a tener un hijo y se llamará Jesús. Será llamado Hijo del Altísimo y reinará para siempre” anuncia Gabriel. María dudosa al principio pues ningún hombre la había tocado pregunta cómo sucedería dicho embarazo, a lo que Gabriel responde: “Este niño será hijo de Dios”. Y ella entiende y acepta.

Cuando María informa a José de estas maravillosas cosas, el prometido no cree la historia, pero es nuevamente Gabriel quién habría de convencer al padre, a través de un sueño, de la veracidad del milagro. Así pues, la pareja continúa su vida a la espera de su tan ansiado primogénito, el Hijo de Dios.

El 24 de diciembre, José y María, sentada sobre un burro, se dirigían hacia Belén cuando los dolores del parto comenzaron. La pareja buscó resguardarse en el pueblo próximo, pero todos los mesones estaban llenos. La fortuna estaba de su parte. Un bondadoso hombre ofreció un establo donde poder quedarse y ellos aceptaron. Al llegar, José acumuló paja e hizo una cama para su esposa. Así en un pesebre y acompañado de sus padres, animales de granja y tres reyes magos, nacía el hijo de Dios, Jesús. Bien acompañado estaba (sin duda), quizá hasta una sonrisa lo agraciaba, pero allá afuera, más allá del humilde lugar donde le había tocado nacer, el Rey Herodes insultado que haya nacido uno de su estatura, le deseaba la cabeza. Por ello, mandó a sus soldados a exterminar a todos los primogénitos que habían nacido ese día. Muchos niños murieron pero no el salvador. La familia había huido a Nazaret.

Alguien viene… a salvarnos

La historia comienza con la llegada de Gabriel anunciando la venida de Jesús, Hijo de Dios. Una cuestión que me parece particularmente curiosa es que los Testigos de Jehová anuncien con mucha frecuencia el testimonio de la segunda venida de Dios y su Reino. Esto, evidentemente, significaría la culminación de este mundo, pero me parece que antes siquiera que haya esta segunda venida, el mundo se acabará por manos del ser humano. ¿Por qué este pensamiento? Consideremos todos los cambios que la humanidad está pasando. Pensemos en el cambio climático, los expertos aseguran que si subimos dos grados centígrados más el planeta se volvería insostenible; el aumento de la violencia, no solo entre individuos sino entre países; conflictos sociales, cada vez más ciudadanos pelean en contra del racismo, la opresión, la corrupción… lamentablemente los que tienen el poder han desarrollado formas de violencia para acallar el grito popular… etc. Si vemos con detenimiento el terreno mundial, partiendo de nuestro propio país y sus errores, encontraremos muchas similitudes. Aquí una pista, quizá no muy agradable. México en este momento atraviesa un punto de crisis debido al narcotráfico. Este problema es muy grave, en especial porque el narcotráfico se ha enquistado en los círculos de poder. Lo ha venido haciendo de desde años y casi ha reclamado el país como suyo. ¿No vemos aun la similitud? Es sencillo. ¿Cuántos de nuestros potenciales candidatos a la presidencia y al congreso tienen vínculos con narcotraficantes?

El título de este apartado es que alguien viene y he aquí por qué. Cuando Jesús nació, el contexto que lo rodeaba no era favorable. Recordemos que Herodes quería eliminar a ese niño porque al igual que Él, era un Rey, El Rey de los Judíos. Algo así pasamos en este momento. Herodes ya no existe. Ha cambiado su rostro por una variedad de personajes con poder político, económico y respaldo popular que solo tienen la intención de verse beneficiados. Casualmente estos maliciosos personajes con poder, no desean cederlo y terminan años y años enquistados en posiciones elitistas. Una cuestión más es que hacen difícil que otros personajes con distintas ideas y pensamientos les roben dicha estatus. Solo miremos el caso de Alan García, Toledo, Cesar Acuña entre muchos otros. Sus partidos no son, precisamente, ejemplos de democracia interna, sino congregaciones formadas en torno a sus personas y no admiten a otro para tomar las riendas del carruaje. Esto mismo sucede en otros ámbitos como en el económico. El sistema capitalista se presenta como algo indiscutible, como un sistema que debe sobrevivir sin cambio alguno, pensando que una mano invisible regulará y dará a todos cuanto justamente merecen. Sea como fuera, la CONFIEP es muy poderosa en este país, queramos creerlo o no. Casualmente, ellos creen en el capitalismo y han establecido y han hecho cuanto está en sus manos para mantenerlo como modelo único. ¿Alguien viene? En este momento me parece muy iluso o muy flojo pensar o esperanzarse en que Dios o su Hijo nuevamente vendrán al mundo a rescatarnos de nuestro calamitoso desastre. Entonces la pregunta sigue ¿Quién viene? El arcángel Gabriel ya no se encuentra con nosotros y al parecer no ha contactado hasta el momento a ninguna María para anunciar algún otro milagro. ¿Quién viene? La cuestión es problemática siempre y cuando pensemos en términos fantasiosos.

El racismo en Estados Unidos parecía exterminado con la elección de Obama hasta que un violento policía atentó contra la vida de un joven de raza negra por razones desconocidas. En Perú, la minera Yanacocha intentó de forma violenta tomar terrenos legalmente adquiridos por Máxima Acuña. En México entre el 26 y 27 de diciembre de 2014, luego de un enfrentamiento entre policías y universitarios de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, que dejó varios muertos y heridos, desaparecieron 41 estudiantes que hasta el día de hoy no se sabe sus paraderos.

Luego de rememorar estos sucesos sí es interesante preguntarse ¿Quién viene? Pues si bien, no hay un Arcángel que nos anuncie un milagro, la voz de miles de personas creyentes y otras que no respondieron a tal pregunta. Yo. En Estados Unidos el policía que atentó contra la vida de un joven de raza negra, enfrenta un proceso de justicia pues la voz de miles de norteamericanos blancos y negros, creyentes y ateos, se han unido para enfrentar dicha injusticia y, en la medida que esta lucha se puesto en el frente de batalla, miles de otros casos han salido a la luz y han encontrado un asidero en esos miles de personas que reclaman justicia. Cuando la minera Yanacocha quiso tomar los terrenos de Máxima Acuña, tanto ronderos como pobladores y amigos se unieron a la lucha en contra de malos policías y del sistema que permite estos abusos. Lo mismo sucedió con el caso de Ayotzinapa, en donde familiares, amigos, vecinos, compatriotas, se han unido para reclamar justicia en un país que es contralado por el narcotráfico.

¿Acaso no recordamos cuando extirpamos al dictador Fujimori? Quizá algunos se preguntaron ¿Quién viene (a salvarnos)? la marcha de los cuatro suyos fue la respuesta a esa pregunta ¿Quién viene? Nosotros... Yo… Todos. Ciertamente el Arcángel no se encuentra, pero la pregunta queda y cada uno de nosotros es también Hijo de Dios, enviado para anunciar y construir su Reino de Justicia, Amor y Paz en este mundo. Recordar eso muy bien.


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