Ante el fujimorismo no se puede bajar la guardia. Quien conoce su oscura trayectoria –de la que no han deslindado– sabe que es y sigue siendo un peligro para el país. Bajo la apariencia de partido político, el fujimorismo congrega delincuentes probados, encarcelados, procesados y en investigaciones que van desde el asesinato, lavado de activos o sospechas de vínculos con el narcotráfico, y, por supuesto, el mal común de gran parte de su cúpula de ayer y hoy: la corrupción, complicidad o anuencia con ella. Chacones, Ramírez, Fujimoris y demás contraejemplos del político, integran esta “propuesta delictiva” (César Hildebrandt: http://goo.gl/QnGTMM ).
¿Por qué no dejar el pasado en el pasado?, preguntan algunos despistados y otros cómplices. La respuesta es simple: el fujimorismo es aún una amenaza para una convivencia democrática porque jamás ha abjurado de los crímenes y delitos cometidos por sus integrantes, dejando en claro que la justicia –ayer y hoy– como castigo a la transgresión de reglas, no aplica para ellos. Mientras sigan justificando su pasado, su reputación democrática siempre estará en duda.
Por eso, adjudicar a Luz Salgado la categoría de mal menor como presidenta del Congreso porque “es lo más conveniente para PPK” o “es lo mejor que tiene el fujimorismo”, es abdicar al derecho ciudadano de exigir más a la política. En el análisis del político, cuya forma de operar es la negociación, pueden darse estas “justificaciones”. Pero los ciudadanos no debemos claudicar a exigir lo mejor, y no lo peor o menos nauseabundo de lo hediondo. El ciudadano o activista debe exigir del político más de lo que la real politik quiere imponer. Defender y aspirar al deber ser más que al simple ser.
Luz Salgado no solo fue muy cercana a Montesinos, según su confesión aquí https://goo.gl/vzTiu1 y reunión en el SIN acá https://goo.gl/SBVvOM (en la que queda claro el grado de confianza y coordinación); también recibió, según Montesinos aquí https://goo.gl/GzsB4a, 20 mil dólares sabiéndolos robados del Estado para su reelección, y para seguir ejecutando las órdenes de la corrupción fujimorista. En este ilustrador e histórico video de 1998, del minuto 1:30:14 a 1:32:52 https://goo.gl/u6VPrH, Salgado y la bancada fujimorista reciben instrucciones de Montesinos para seguir controlando el Poder Judicial, el Ministerio Público y el Consejo Nacional de la Magistratura ¡hasta el año 2005!
¿Alguna vez Salgado, de ese viejo corrupto fujimorismo de ayer y hoy, dijo arrepentirse de ser cómplice de la captura ilegal del Estado, o que nunca debió permitirlo y que jamás justificaría ese “democracidio”? No, y es improbable que lo haga. Porque el fujimorismo vive del relato mentiroso que ha construido para esconder que depredaron el Perú, económica, legal y moralmente. No tienen voluntad de enmienda porque aspiran al poder como forma de privilegio, sustento económico y engañifa populista. Entonces, la próxima vez que alguien pregunte por qué seguir siendo críticos con el fujimorismo, la respuesta es simple: porque siguen siendo y defendiendo los contravalores sobre los que construyeron su asociación para delinquir y capturar el Estado, y porque mientras no abjuren de ello siempre serán una amenaza para el Perú.